Unas 30 calles de la parte central de esta ciudad están cerradas con alambradas, pequeñas barricadas y fogatas. Los vecinos y vecinas están movilizados por grupos. Unos hacen vigilia en sus barrios, otros se enfrentan a los bloqueadores en plena ciudad.
Fuego, humo, y decenas de personas corriendo por calles, plazas y avenidas, es el panorama que se vive en este municipio de más de 40 mil habitantes.
Vidrios y puertas del edificio central de la comandancia policial han sido destrozadas, los bienes fueron sustraídos. Decenas de edificios han sufrido roturas en sus ventanales. Lo mismo ha pasado con la sede central del ayllu Chullpa, sus vidrios y puertas fueron destruidas.
Apenas hay tregua de unos minutos. Desde las 10 de la mañana, los enfrentamientos continúan y se suceden.
Los 35 a 40 policías no han logrado mantener el orden, prácticamente fueron rebasados. Los militares que pretendían ingresar desde Uncía, municipio cercano en la provincia Bustillo del norte de Potosí, no consiguieron su objetivo.
Los bloqueos de vecinos y vecinas de Sak´amarka, barrios que albergan a migrantes de otros municipios impidieron el paso de militares.
El conflicto se ha desatado porque un grupo numeroso de comunarios chullpas, parte de la Federación de Ayllus del Norte Potosí iniciaron bloqueo de carreteras el pasado jueves 5 de junio exigiendo parar la inflación de precios, abastecimiento de carburantes y la renuncia del gobierno.
Llallagua quedó sin gasolina, diésel, se agotó el gas licuado de garrafa y el gas natural domiciliario, los mercados quedaron casi vacíos. Ante esta realidad, la desesperación de un grupo numeroso de personas de la población urbana, entre ellas transportistas y amas de casa provocaron que se movilicen y decidan desbloquear la carretera hacia Oruro.