Este domingo el papa Francisco quiso hacer algunas aclaraciones para todas las personas y los cristianos en particular.
Primera aclaración: Hablar de la puerta angosta no es para asustarnos como si la salvación fuera solo para los elegidos y perfectos.
Segunda aclaración: Entrar por la puerta angosta significa adoptar la medida del proyecto de vida que Jesús nos propone. Que implica:
- Limitar el espacio del egoísmo,
- Reducir la arrogancia de la autosuficiencia,
- Bajar las alturas de la soberbia y del orgullo,
- Vencer la pereza para correr el riesgo del amor, incluso cuando supone la cruz.
EL PROYECTO DE LA PUERTA ANGOSTA ES SENCILLO, CONCRETO Y COTIDIANO
El Pastor de la Iglesia no dice que el proyecto de la puerta angosta de Dios ya está presente entre nosotros en hechos concretos y cotidianos que llevamos adelante con esfuerzo y con amor. Miremos algunos ejemplos de personas concretas:
- En los padres que se dedican a los hijos haciendo sacrificios y renunciando al tiempo para sí mismos;
- En los que se ocupan de los demás y no solo de sus propios intereses.
- En quien se dedica a los ancianos, los más pobres, y a los más débiles;
- En quien sigue trabajando con esfuerzo, soportando dificultades y tal vez incomprensiones;
- En quien sufre a causa de la fe, pero continúa rezando y amando;
- En los que, más que seguir sus instintos, responden al mal con el bien, encuentran la fuerza para perdonar y el coraje para volver a empezar».
¿DE QUÉ LADO QUEREMOS ESTAR?
Dos preguntas para todos nosotros:
- ¿Preferimos el camino fácil de pensar exclusivamente en nosotros mismos
- o la puerta estrecha del Evangelio, que pone en crisis nuestros egoísmos pero nos permite acoger la vida verdadera que viene de Dios?