Fueron las palabras de un Andavillqueño quien aclaró que se diga la verdad y se exprese la realidad de lo que ha pasado en Andavillque, municipio de Llallagua, norte de Potosí.
Ante la senadora Ana Castillo, ante el alcalde de Llallagua Adalid Jorge y ante el rector de la Universidad Nacional Siglo XX, el comunario expresó:
Esto no es un desastre natural, es un desastre ambiental, provocado por no hacer tratamiento de estas colas. Hay proyectos durmiendo en COMIBOL para hacer tratamiento de estos pasivos ambientales. Ninguna autoridad se preocupa por hacer tratamiento ambiental de la región.
Este daño ambiental es irreversible. Para cuántos años nos ha dejado este desastre COMIBOL. Las parcelas de tierra no se van a recuperar. Le rogaríamos que declare desastre ambiental. Hay animales que están en la lama. Empiezan a descomponerse. Pero qué hace COMIBOL. COMIBOL brilla por su ausencia.
El ministerio de medio ambiente qué hace, donde está, no hay. No solo somos nosotros, es toda la cuenca de este rio afectada. La magnitud tiene que asumir el gobierno. Hemos quedado sin techo. Tengan corazón por la gente que se ha quedado sin techo.
El responsable es COMIBOL. Que asuma la responsabilidad de este desastre ambiental que ha ocurrido en el cabildo Chayacari. No es un desastre natural es algo que nos afecta desde hace 100 años.
Ante ese cuestionamiento, el alcalde Adalid Jorge dijo que cambiarían a desastre ambiental la situación que se vive en Andavillque. La senadora Ana Castillo manifestó que así debe considerarse, como desastre ambiental, lo ocurrido en Andavillque.
1 muerto, varios heridos, viviendas destruidas, 500 animales muertos en el lodo, tierras y rio contaminados son los efectos de la mazamorra que inundó ayer a Andavillque.
RÍO ABAJO
La contaminación llegó a Caripuyo. Comunarios de aquel municipio reportaron fotografías e imágenes del río y la lama arrastrada hasta el lugar.
Las fotografías del desastre llegaron también desde Colloma, municipio de Sacaca. Allí el lodo o mazamorra, una mezcla de sulfuros, arsénico, cadmio, estaño arrastró todo a su paso en el municipio de Sacaca, provincia Alonso de Ibáñez del norte de Potosí, donde desemboca el río Llallagua-Catavi.
El río tiene un fuerte olor a mineral indicaron los comunarios. Otros señalaron que inundó sembradíos y hasta canchas de fútbol. (JCE)



