La celebración ha coincidido con el octavo centenario del Cántico de las Criaturas y el décimo aniversario de la encíclica del papa Francisco sobre el clima
“Los premios que entregamos hoy no son simples reconocimientos, sino símbolos de una llamada universal a la conversión ecológica”, ha subrayado el ministro general de la Orden, Fray Massimo Fusarelli
“Cualquier acción humana que atente contra el medio ambiente debe ser considerada un pecado grave”, ha expresado el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I
Para el teólogo Leonardo Boff, “el gran reto está en hacer esa transición de ‘señor dueño’ que está por encima de la naturaleza y la explota hasta que no puede más, a ‘hermano y hermana’ que se tratan mutuamente como tal”
La Orden de los Hermanos Menores Franciscanos (OFM), en colaboración con la Pontificia Universidad Antonianum, ha celebrado este viernes, 30 de mayo, la entrega de los Premios Laudato Si’, coincidiendo con el octavo centenario del Cántico de las Criaturas de san Francisco de Asís y el décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco.
Los galardonados con el Premio Laudato Si’ han sido:
Su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, por su voz profética en favor del cuidado de la creación, como expresión del ecumenismo cristiano;
El teólogo Leonardo Boff, por su reflexión en la que enlaza la justicia social con justicia ambiental;
La Red Eclesial Panamazónica (REPAM), representada por su presidente, Mons. Rafael Cob García, por su defensa de los pueblos amazónicos y la sabiduría ancestral que custodia los pulmones verdes del planeta;
El Movimiento Laudato Si’, representado por su directora ejecutiva, Dra. Lorna Gold, por transformar la encíclica del papa Francisco en acción concreta en comunidades de todo el mundo.
“Los premios que entregamos hoy no son simples reconocimientos, sino símbolos de una llamada universal a la conversión ecológica”, ha subrayado el ministro general de la Orden, Fray Massimo Fusarelli, destacando que esta celebración no solo honra dos momentos clave en la historia de la espiritualidad franciscana y la enseñanza social de la Iglesia, sino que también busca reconocer a personas e instituciones que encarnan la visión de la ecología integral. “Cada premiado representa una dimensión única de este compromiso”.
Fusarelli animó, asimismo, a “reconocer todo el creado como un don de Dios y alabarlo junto a todas las criaturas”, recordando que la crisis ecológica actual es también una crisis espiritual y antropológica que exige una respuesta integral: conversión del corazón, cambio de estilos de vida y transformación de las estructuras sociales y económicas.
“Cualquier acción humana que atente contra el medio ambiente debe ser considerada un pecado grave”, ha expresado el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, convencido de que “si no hay una verdadera conversión del hombre, el problema ecológico no podrá ser subsanado”.
“La Iglesia naciente había comprendido ampliamente la importancia de la relación del hombre con la creación y con todo aquello que la compone, partiendo de la Santa Escritura”, señaló Bartolomé en su discurso. Sin embargo, “a lo largo de la historia, el hombre, y, a veces, también las iglesias, no han comprendido todavía la relación intrínseca y siempre existente entre el Creador, la creación y lo creado”.
Para Bartolomé, el problema reside “en la orientación económica actual, movida por la maximización de los beneficios sin que la naturaleza pueda regenerarse, relegando la protección de la casa común a una mera ideologización de los movimientos ecológicos”.
Por su parte, para el teólogo Leonardo Boff, “el gran reto está en hacer esa transición de ‘señor dueño’ que está por encima de la naturaleza y la explota hasta que no puede más, a ‘hermano y hermana’ que se tratan mutuamente como tal”.
En este sentido, Mons. Rafael Cob García, encargado de recoger el premio a la REPAM, ha animado a, en este Año Jubilar, “caminar como peregrinos de esperanza hacia ese paraíso que Dios nos promete”.
En representación del Movimiento Laudato Si’, Lorna Gold señaló que “el Movimiento Laudato Si’ es un milagro del Espíritu Santo en la Iglesia y en el mundo actual”, reconociendo, a su vez, que “no estoy aquí por mis méritos, sino porque el Espíritu ha tocado el corazón de millones en todo el mundo para escuchar el clamor de la tierra y de los pobres”.
“Nos encontramos ante un punto de inflexión ecológico que se ha convertido en una crisis generalizada de conciencia. Por eso, como personas de fe, debemos unirnos para transformar este momento oscuro en un Kairós”, ha apostillado Gold.
Fuente: Periodismo digital
