El sábado intentaron matar al expresidente Donald Trump. Él se presenta reacio a incrementar el control en la producción y compra libre de armas durante los debates a la presidencia de los Estados Unidos.
Thomas Mathew Crooks, un joven de 20 años, disparó a la cabeza de Donald Trump el sábado. Perforó su oreja derecha.
El arma la compró su papá y estaba en su casa.
Aún no se aclara por qué este joven quiso asesinar a Donald Trump.
En los años 60 un atacante mató con arma de fuego al presidente John Fitzgerald Kennedy. Esa misma década, mataron con arma de fuego al candidato a la presidencia Robert Kennedy.
En los años 80 intentaron asesinar con arma de fuego al presidente Ronald Reagan.
La Constitución de Estados Unidos dice que es un derecho sacrosanto tener un arma. Pero este “derecho” amenaza el DERECHO A LA VIDA.
Hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según Small Arms Survey. Ninguna otra nación tiene más armas civiles que personas
Sin contar que hay armas no registradas y hay comercio ilegal de estos “juguetes de la muerte”.
Los estadounidenses tienen 393 millones de los 857 millones de armas civiles disponibles.
Casi la mitad de los adultos viven en una casa donde hay un arma. 1 de cada tres estadounidenses tiene un arma personal según la encuesta Gallup
Y no hay un control real sobre estas armas.
48 mil personas han muerto en 2022 por disparos de armas de fuego. Eso incluye suicidios, homicidios y muertes accidentales. 8.000 muertes más que en 2019 y casi 16.000 más que en 2010 según informe del cirujano vivek murthy.
Esta violencia afecta a más de la mitad de sus habitantes.
Aunque los amos y señores de la guerra han perdido ganancias, según el Instituto Estocolmo de la paz internacional. Los 42 fabricantes de armas de Estados Unidos perdieron casi 8% de sus ingresos es decir hasta 302.000 millones de dólares, en 2022. Es decir la mitad de los ingresos totales por armas por secuelas de la pandemia del coronavirus.
UN ATACANTE DE 20 AÑOS CASI MATA CON ARMA DE FUEGO COMPRADA POR SU PADRE AL EXPRESIDENTE DONALD TRUMP, GRAN DEFENSOR DE LA LIBERTAD DE TENER ARMAS EN LOS ESTADOS UNIDOS