El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, anunció que la inflación acumulada hasta septiembre alcanzó el 5,5%, una de las cifras más altas de los últimos años. A pesar de este incremento, el ministro descartó la posibilidad de una estanflación en el país, una situación que combina alta inflación con recesión económica.
Montenegro explicó que esta cifra es la más elevada desde 2013, pero destacó que Bolivia aún mantiene uno de los niveles de costo de vida más bajos en comparación con otros países. Aunque reconoció el aumento inflacionario, señaló que el país sigue relativamente estable en términos de precios y calidad de vida en la región.
El ministro también aclaró que la estanflación ocurre cuando, además de la inflación, hay una disminución en la producción y el crecimiento económico, lo cual no es el caso de Bolivia. Según Montenegro, el segundo trimestre de este año mostró un mejor desempeño económico que el primero, lo que refuerza su argumento de que el país no se encuentra en riesgo de estanflación.
Entre los factores que contribuyen a la inflación, mencionó la «inflación importada», el contrabando de alimentos hacia el exterior y problemas en la producción agrícola. Sin embargo, aseguró que el gobierno está tomando medidas para enfrentar estas presiones, como incentivar la producción de alimentos en la próxima campaña, y reiteró la fortaleza del modelo económico del país.