Con esos tres desafíos de trabajo, el papa Francisco inauguró oficialmente la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Lisboa, capital de Portugal; donde se reúnen alrededor de un millón de jóvenes de todas partes del mundo.
El Santo Padre recordó que “junto a la juventud, uno no envejece. Jóvenes de todo el mundo, que cultivan deseos de unidad, de paz y de fraternidad, nos desafían a hacer realidad sus sueños de bien”.
Los jóvenes en esta ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud “no están en las calles para gritar de rabia, sino para compartir la esperanza del Evangelio”.
Francisco propuso una imagen interesante de trabajo: Ha propuesto un trabajo en “TRES LABORATORIOS DE ESPERANZA” con los que “todos podemos trabajar juntos: el medio ambiente, el futuro y la fraternidad”.
PRIMER LABORATORIO: EL MEDIOAMBIENTE
El Santo Padre señaló que “Portugal comparte con Europa muchos esfuerzos ejemplares para la protección de la creación. Pero el problema global sigue siendo extremadamente grave: los océanos se están calentando y sus profundidades sacan a la superficie la fealdad con la que hemos contaminado nuestra casa común”.
Lamentó que se están convirtiendo “las grandes reservas de vida en vertederos de plástico. El océano nos recuerda que la vida humana está llamada a armonizarse con un entorno más grande que nosotros, que hay que cuidar con esmero, pensando en las generaciones más jóvenes.
SEGUNDO LABORATORIO: EL FUTURO
“Y el futuro son los jóvenes”, pero hay muchos factores que “los desaniman” como “la falta de trabajo, los ritmos frenéticos en los que están inmersos, el aumento del coste de la vida, la dificultad para encontrar vivienda y, lo que es aún más preocupante, el miedo a formar una familia y traer hijos al mundo”.
La causas parecen ser : el progreso de avances técnicos y de comodidades individuales, mientras que el futuro exige contrarrestar la disminución de la natalidad y el declive de las ganas de vivir”.
Una buena política social deberá consistir no en detentar el poder, sino a dar a la gente la posibilidad de esperar. La política está llamada, hoy más que nunca, a corregir los desequilibrios económicos de un mercado que produce riqueza, pero no la distribuye, empobreciendo a los individuos de recursos y certezas”.
La buena política – prosigue – está llamada “a redescubrirse como generadora de vida y de cuidado, a invertir con clarividencia en el futuro, en las familias y en los hijos, a promover alianzas intergeneracionales, en las que no se borre el pasado de un plumazo, sino que se fomenten los vínculos entre jóvenes y mayores”.
TERCER LABORATORIO: LA ESPERANZA EN LA FRATERNIDAD
Aunque la globalización “nos acerca” considera que no hay proximidad fraterna: “todos estamos llamados a cultivar el sentido de comunidad, empezando por la búsqueda de quienes viven a nuestro lado”.
“¡Qué hermoso es redescubrirnos como hermanos y hermanas, trabajar por el bien común, dejando atrás contrastes y diferencias de puntos de vista!
También aquí tenemos a los jóvenes que, con su grito de paz y su deseo de vivir, nos llevan a derribar las rígidas barreras de pertenencia erigidas en nombre de opiniones y creencias diferentes”.