Hace dos mil años Jesús dijo: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Cuál es la actualidad de esas palabras. Como podemos descubrir vida en ese hombre que vivió hace dos mil años.
RELEER EL MENSAJE DOS MIL AÑOS DESPUES
El papa Francisco en sus mensajes cotidianos nos está ayudando a releer los mensajes de Jesús; concretamente en la fiesta de Corpus Christi el pastor de la iglesia católica nos pide hacer dos distinciones:
Primero, que además del hambre fÃsico, el SER HUMANO, lleva en sà otra hambre, es un hambre que no puede ser saciado con el alimento ordinario.
Segundo Reconocer las ofertas de alimentos del mundo del mercado y la oferta de alimento que proviene de Dios.
Si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta que hay muchas ofertas de alimentos, son alimentos que no provienen de Dios. Son alimentos que aparentemente satisfacen más.
Algunos seres humanos, también cristianos y cristianas se nutren de alimentos que esclavizan: Algunos se alimentan con el dinero; de otros su alimento es el éxito y la vanidad, los más o los menos se alimenta con el poder y el orgullo. Esos tipos de alimentos esclavizan, acarrean violencia, atraen sufrimiento.
Por otro lado en el fondo del ser humano hay otro tipo de hambre: hambre de vida, hambre de felicidad, hambre de amor, hambre de ser comprendido, hambre de compartir, hambre de fidelidad, hambre de un abrazo, hambre de cariño, hambre de atención, hambre de eternidad. Aquà está la actualidad del mensaje de Jesús. Es él quien nos dona este alimento, Él mismo es el pan vivo que da la vida al mundo.
EL INGREDIENTE DE ESTE ALIMENTO ES EL AMOR.
El ingrediente de este alimento es el amor. Por eso se hace necesario decir: danos de este pan señor. Su Cuerpo es el verdadero alimento en forma de pan, su Sangre es la verdadera bebida en forma de vino.
Jesús nos da otro tipo de alimento, no es un simple alimento con el cual saciar nuestros cuerpos. El Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, es el alimento capaz de dar vida, y vida eterna. El alimento que da Jesús esta hecho de amor, nos nutre verdaderamente en el amor. Por eso es necesario pedirle a Jesús que nos defienda del alimento que nos hace esclavos, pedirle que nos ayude a reconocer el alimento envenenado; ese alimento que nos separa, que nos esclaviza, que nos hace egoÃsta, que crea violencia.
En la EucaristÃa se comunica el amor de Dios por nosotros. Es el alimento de un amor tan grande que nos nutre con Sà mismo; Es un amor gratuito, Es un alimento que está siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas.
J.A.B.V.